Lo normal es que la primera vez que se sufre un ataque de ansiedad y no se reconocen los síntomas se acuda a urgencias ante la posibilidad de que se trate de un infarto. Pero cuando ya se ha sufrido en alguna ocasión es posible controlarlo.
El estrés crónico y la preocupación son característicos de la ansiedad repercutiendo en nuestra salud y bienestar de manera negativa como por ejemplo: liberación del cortisol que es considerada la hormona del estrés y esto a su vez generará en nuestro cuerpo ciertos síntomas como:
Por precisamente estos síntomas, he decidido "rescatar" el vídeo de automasaje para la zona cervical y el de la zona lumbar, ya que os ayudarán muchísimo ante ese dolor corporal provocado por los ataques de ansiedad.
Además de esos automasajes, estos otros truquitos, te ayudarán a enfrentarte a tus crisis de ansiedad:
Intenta mantener la calma
Lo sé, parece muy fácil decirlo, y sé que es complicadísimo, pero es vital intentar mantener la calma, no dejarse llevar por el miedo y tratar de normalizar la respiración inspirando por la nariz y expirando por la boca de forma rítmica y cada vez más pausada. Tomarse el pulso mientras respiras, te permitirá comprobar cómo el ritmo cardíaco recupera poco a poco la normalidad.
Respirar
Lo que ocurre durante un ataque de ansiedad es que, en lugar de reducir la velocidad de la respiración, quedamos atrapadas en esas inspiraciones rápidas, como si no llegara suficiente oxígeno. Esto aumenta el nivel de pánico y envía todo tipo de señales confusas al cerebro que, en respuesta, envía sus propias señales a través del cuerpo, afectando negativamente a los niveles de oxígeno y dióxido de carbono. Cuando finalmente conseguimos hacernos con el control de la respiración, el cerebro recibe la señal de que es hora de corregir los niveles de oxígeno y dióxido de carbono, aliviando esos síntomas y, por lo tanto, nos sentimos más calmadas. Por eso es súper importante realizar ejercicios de respiración en cuanto empezamos a sentir los síntomas de la ansiedad, incluso antes de una situación que nos provoca esa situación.
Meditar
Si no lo has probado nunca, aprender a meditar será una muy buena opción, porque aunque le destines 5 minutos al día (por ejemplo antes de irte a dormir), te ayudará notablemente no sólo a relajar tu mente sino que aprenderás a respirar de la forma más adecuada para tu cuerpo (hay muchísimas formas de respirar, y a cada persona le funciona una u otra dependiendo de qué quiera conseguir).
Apoyo
Algunas veces necesitarás estar sola, necesitarás espacio y que nadie te vea en plena crisis, pero es muy posible que pasados unos minutos o incluso unas horas, necesites expresar cómo te sientes, y qué mejor que hacerlo con alguien de tu entorno cercano o que suela sufrir crisis de ansiedad también. Muchas veces hacer piña nos arropa sentimentalmente hablando y nos ayuda a avanzar. Conectar con los demás y sentirte comprendida y apoyada es MUY importante.
No temas acudir a un especialista
Te ayudarán a comprender tu situación y a obtener más información sobre los tratamientos o terapias que más te convengan.
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