Un disco espinal tiene un centro (núcleo pulposo) suave y gelatinoso encapsulado en un exterior (anillos del disco) más duro y gomoso. Pues bien, una hernia de disco ocurre cuando parte del núcleo pulposo se empuja hacia afuera a través de un desgarro en el anillo. Esta hernia, que puede ocurrir en cualquier parte de la espina dorsal (aunque las más habituales suelen ser lumbares), puede irritar un nervio cercano al presionarlo, provocando un dolor muy desagradable.
La hernia de disco es con mayor frecuencia el resultado de un desgaste natural gradual y relacionado con el envejecimiento llamado "degeneración discal". A medida que envejeces, tus discos se vuelven menos flexibles y más propensos a desgarrarse o romperse, incluso con una tensión o torsión menor.
La mayoría de las personas no pueden precisar la causa de su hernia de disco. Algunas veces, el uso de los músculos de la espalda en lugar de los de las piernas y los muslos para levantar objetos pesados puede llevar a una hernia de disco, al igual que torcerse y girar mientras te levantas. En raras ocasiones, puede ser provocado por un evento traumático como una caída o un golpe en la espalda.
Evidentemente, para conseguir que nuestra columna vertebral no padezca una hernia discal, debemos actuar sobre las causas que provocan esta problemática. Lo más recomendable es evitar sobreesfuerzos y no cargar pesos excesivos.
De este modo, cuando tengamos que levantar objetos pesados, siempre debemos flexionar las rodillas y mantener la espalda recta, a la vez que sostenemos la carga pegada al pecho. Además, debemos mantener la misma posición a medida que nos levantamos, evitando los giros bruscos por parte de la columna. Truquito: Echa los hombros hacia atrás antes de coger peso (así evitaremos encorvar la espalda y la mantendremos recta).
Mantener una buena higiene postural también va a ser determinante para conseguir que nuestra columna se mantenga sana y, con ello, evitar la presencia de hernias discales.
Si pasamos muchas horas sentadas, es el momento de cambiar este hábito y levantarnos regularmente para estirarnos. Además, nuestra posición al sentarnos es muy importante, siendo necesario apoyar la espalda en el respaldo y pisar el suelo con los pies. Truquito: saca culete al sentarte para que apoyes el peso sobre los isquiones, y coloca un cojín en las lumbares. Si crees que no te vas a acordar, coloca una almohada cervical en el asiento (de esas que parecen una herradura, la que usas para los viajes), así sacarás culete sin darte cuenta al sentarte sobre él.
En el caso de que trabajemos haciendo uso de un ordenador, éste deberá estar a la altura de la vista, impidiendo que tengamos que encorvar la espalda para teclear.
Igualmente, al andar, debemos mantenernos erguidos y, al dormir, procuraremos permanecer de lado (y ya si ponemos un cojín entre las rodillas, lo bordaremos).
Tenemos que evitar realizar movimientos repetitivos, especialmente si requieren un gran esfuerzo de nuestra columna.
En muchas ocasiones, nuestros ritmos de vida acelerados y la ansiedad provocada por el trabajo nos impide descansar adecuadamente, provocando que nuestras horas de sueño sean muy limitadas.
En este sentido, será recomendable dormir aproximadamente unas 8 horas diarias, lo que nos permitirá renovar nuestras energías y ayudar a la columna vertebral a reposar tras todo el esfuerzo realizado a lo largo del día.
De la misma manera, debemos reducir nuestro nivel de estrés, realizando actividades que nos ayuden a relajarnos e impidiendo que este estado dañe a la columna.
Finalmente, no podemos dejar de mencionar la gran importancia que tiene mantener un estilo de vida saludable, y dejar al margen malos hábitos como fumar o beber.
El deporte y la movilidad de nuestro cuerpo debe ser un acto cotidiano en nuestro día a día, realizando ejercicios que fortalezcan nuestra columna vertebral (en mi perfil de Instagram @reparadoradehadas podrás encontrar diversos ejercicios para ponerte al lío).
Como has podido leer en este post, es vital que tomemos una actitud preventiva y cuidarnos cada día para estar sanas como manzanas.
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