Por Omayra Martín Esteban
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7 de febrero de 2020
Comencemos con el automasaje para el rostro. El masaje facial es una técnica que busca estimular el tejido cutáneo dérmico y muscular para que conserve su elasticidad y firmeza (lo cual tiene un potente efecto antiedad), pero a la vez lograr que el rostro luzca más relajado y radiante. ¿Cuál es el momento perfecto para hacer el masaje? Yo os recomiendo que sea después de ducharos, ya que con la ducha habréis limpiado vuestra cara retirando otros productos, residuos, suciedad, etc... y aprovechando que gracias al vapor de la ducha, los poros de la piel se abren, nos ayudará a que la crema penetre mejor y tenga mayor efecto sobre nuestro rostro. Si eso no es posible, recuerda que antes de empezar el masaje, debes limpiar y quitar el maquillaje y cualquier tipo de impureza que pueda haberse acumulado en nuestra piel. Necesitas: Una crema facial que te encante y que huela de maravilla (hay un aceite sólido facial ultrahidratante que personalmente me vuelve loca y es el que os aplico en la consulta en el Masaje Craneofacial, que se llama “Banana Skin” de Lush). Y cómo no, lo más importante y lo más difícil: Reservar unos minutos de tu tiempo.